sábado, 27 de septiembre de 2014

Diario de un Mongler: Chaqueta Negra

Un Mongler siempre está atento, no deja escapar una. Por eso cada vez que una reflexión Mongler cruza mi mente no dudo en mostrárosla, para que así os acostéis sabiendo una cosa más, para que así vuestra cultura crezca sobremanera y de forma exponencial.

Esta vez mi reflexión ocurrió en un bar, ese lugar donde brotan las ideas del árbol donador, y las musas de la cultura Mongler se agolpan con una cerveza en la mano y un codo apoyado en la barra.

Pues resulta que el otro día en un bar me quité la chaqueta negra esa tan cuca que tengo, por el calor o por lo que sea ya que yo de mi vida privada no hablo, y fui a colgarlo en unas perchas que había enfrente, donde siempre hay perchas, allí, enfrente.



Las perchas estaban vacías con lo que colgué la chaqueta donde quise, así, a lo loco, aventurero.
Al acabar el evento fui a por la chaqueta y aquello estaba lleno de chaquetas.
Lo curioso: todas eran negras como la mía.


Entonces me quedé mirando a la percha, mientras sujetaba unas cuantas chaquetas en la mano y buscaba la mía.
Todas eran negras.

Todas se parecían.
Es posible que, quizás, la chaqueta que me lleve no sea mi chaqueta ya que son todas iguales, negras.
Quizás estemos viviendo en una mancomunidad de chaquetas negras en la que todos sus integrantes compartimos chaqueta negra. Es una buena forma de estrenar chaqueta cada vez, pero lo malo es que no somos conscientes de tamaña cuestión.
Yo sí, ya que soy de una raza superior: Homo Mongler.


¿Nunca te ha pasado que te encuentras dos euros en un bolsillo?
Pues cuando te pase eso piensa que habrá otro chaquetanegrense que esté buscando los dos euros en su chaqueta negra sin saber quizás a qué grupo tan selecto pertenece.


Cuando te cruces con alguien que porte una chaqueta negra salúdale con tu mano, con un gesto, pero sobre todo con el corazón. Él/ella lo entenderá.

Pues bien, cuando regresé a la realidad había un par de mostrencos mirándome raro, porque resulta que estaba sujetando sus chaquetas, mira tú que casualidad, mientras miraba a la nada con esa sonrisa tan característica que los Monglers tenemos.

Les di sus chaquetas, sonreí, y me fui haciendo un moonwalker.






P.D. ¿Os habéis fijado que Peppa Pig además de llamarse en español Pepa la Cerda, tiene cara de chorra?
Yo que tú a tus hijos les ponía a ver Sálvame, que es más constructivo.









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