jueves, 8 de noviembre de 2012

Patricia Quimera - Culpa Tuya

Empezamos presentando a Patricia Quimera, el ego imaginativo y novelesco.

Su imaginación no deja de inventar historias, que como una quimera cree que son ciertas no siéndolas.

Aquí nos cede un primer texto, llamado Culpa Tuya.

Después de leerlo, si tenéis un hijo, seguro que corréis a la habitación a ver como está, seguro.





Patricia Quimera - Culpa Tuya
 
"¡Andrés, yo ya estoy!"
"Bueno Javi, pues ya nos vamos. Ya sabes, con lo que sea nos llamas al móvil, ¿Vale? Intentaremos no llegar muy tarde pero... ¡ya sabes como son estas cosas!"

Andrés y Paula eran mis amigos, y esa noche se iban de cena con los compañeros de trabajo. Iba a quedarme en su casa para cuidar de Carlitos, su hijo.

Carlitos tenía año y medio y era bastante miedoso, pero a mi me conocía bien y no le importaba quedarse conmigo, al contrario, se lo pasaba muy bien jugando conmigo a los coches.

"Tranquilos, si me lo paso teta con Carlitos. Y además se acerca la hora de dormir, con lo que jugaremos un rato y luego le subo a la cuna. Yo me veré alguna peli, hasta que doble."

Se despidieron de Carlitos: unos achuchones y un par de "pórtate bien con tito Javi". Para mí bastó un "hasta luego" desde la puerta.

Estuvimos jugando a tirar coches contra la pared un rato, no se quién lo pasaba mejor, si Carlitos o yo, hasta que a Carlitos se le empezó a abrir la boca. Entonces le cogí en brazos y subimos a su habitación, que estaba en la planta de arriba. Le metí en la cuna, le hice un poco el Chiquito porque se reía un montón, y al ratito me despedí de Carlitos. Que majo.

Encendí el vigilabebés por si le daba miedo y lloraba, poder oírle desde abajo, porque si no con la puerta entrejuntada sería imposible oírle desde el salón.
Menuda casa tenían Andrés y Paula: dos plantas más azotea, 
4 habitaciones, 3 baños, una terracita abajo, junto a la cocina, un salón como mi casa y mi trastero juntos... vamos que no era difícil perderse.

Las habitaciones estaban arriba, y yo me senté abajo, en el salón. Encendí el vigilabebés y escuché la respiración lenta de Carlitos; estaba totalmente sopa.

"Ala, pues a ver que peli veo, que con el Plus éste seguro que echan 1000 pelis."

Encendí el Plus y puse el canal de pelis de terror. Echaban "IT", la del payaso cabrón de Stephen King.

40 minutos después Carlitos empezó a llorar, despacito. Me quedé escuchando porque lloraba raro, como si estuviera soñando. Se calló. Seguí viendo la peli.
5 minutos después empezó a llorar de nuevo, cada vez más fuerte, y decía así como "pa pa pa pa".

Subí corriendo las escaleras, doblé el pasillo de arriba y al llegar a la puerta no se oía nada. Estaba dormido, así que bajé al salón de nuevo, y me senté.

Otros 2 o 3 minutos. Se oyó un ruido raro por el cacharro, y Carlitos empezó a llorar de nuevo fuerte. "pa pa pa pa pa". Me estaba asustando.
Volví a subir corriendo de nuevo, me resbalé en el pasillo de arriba y casi me caigo, y al llegar a la puerta otra vez, Carlitos callado.

"Joder, pero si estaba llorando desconsoladamente..."

Esta vez entré en la habitación y encendí la luz. Carlitos estaba de lado en la cuna, abrazado a su osito.
Pero vi que el atrapasueños que había colgando del techo encima de la cuna se estaba moviendo mucho, como si le hubieran dado un golpe.

Yo estaba muy asustado, Carlitos no llegaba hasta ahí, y no creo que fuera tan guasón con año y medio como para gastarme una broma así. Quizás estaba sugestionado con la peli de miedo, pero en ese momento estaba cagadito.

Oí la puerta como sonó un poco, y me di la vuelta sobresaltado. La puerta de la habitación de Carlitos tendía a cerrarse sola, y sonaba un poquito.

"Copón, que susto. Ahora me voy a poner una peli de cachondeo, que si no el que no va a dormir voy a ser yo"

Pero detrás de la puerta pude ver una mancha. Me acerqué a verla y de camino pisé algo. Era un muñeco con una ventosa que supongo que estaría pegado en la puerta. Me acerqué a la mancha. Era como rojo oscuro.

"Jodeeeer. No es sangre, es chocolate, no es sangre, es chocolate, jodeeeeeer."

Me temblaron las piernas. Me di la vuelta para ver a Carlos en su cuna.

"Aquí el único que está tranquilo es Carlitos, dormido como un angelote. Se supone que tenía que cuidar yo de él, pero el acojonado soy yo. ¿A que me subo a dormir aquí con él...? ¿A que me traigo la manta y me tiro al suelo?"

Me dispuse de nuevo a bajar al salón, pero a oscuras no, así que encendí todas las luces que pude y mientras bajaba despacito miraba para detrás, a las puertas, por el hueco de la escalera... Respiré hondo.

"Bffff, si es que soy un cagón"

Pero no podía dejar de pensar en el atrapasueños moviéndose, la mancha de chocolate en la puerta, porque no era sangre... o sí... chocolate, si... o no.
Entré en el salón, me senté en el sillón y cogí el mando para poner otra película distinta. Miré pero no vi el vigilabebés... Antes estaba aquí.

Pero... había una nota debajo del mando. Antes no estaba...

"Deberías haberte quedado arriba. Culpa tuya"

"Mierda, ¿y esta nota? ¿de donde ha salido? Joodeeeeer"


La nota tenía una mancha del mismo color que la de la puerta de la habitación de Carlitos. No podía ser. ¿Acaso era una broma?
El miedo me estaba atenazando las piernas. Sabía que tenía que subir arriba, pero era incapaz de moverme. Incapaz de moverme y de dejar de leer la nota.


"Deberías haberte quedado arriba. Culpa tuya"


¡¡¡Carlitoooooos!!!

Me levanté corriendo, subí las escaleras de dos en dos, giré el pasillo sin soltarme de la barandilla para no caerme, y al llegar a la habitación la puerta estaba de par en par abierta y la luz encendida. Se me dio la vuelta el estómago. Se oía un llanto desconsolado de un niño, pero se oía raro, lejano.

Entré con más temor que valentía, no podía pensar que algo le hubiera ocurrido a Carlitos. La cuna estaba vacía.

Mis ojos se abrieron como platos, y abrí la boca para intentar gritar, pero me fue imposible.
En la cuna estaba el vigilabebés, por el cuál se oía el grito desconsolado de Carlitos.
Sólo estaba su osito, colocado encima de la barandilla de la cuna.

Una nota quedaba clavada en la cuna.

"No te has despedido. Culpa tuya"


1 comentario:

  1. Pero es una historia real, que te has inventado, que has escuchado... bueno, real igual no...

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