jueves, 15 de noviembre de 2012

Don Armando de Brevería - Moda

Presentamos hoy a Don Armando de Brevería, caballero español de otra época, observador y reflexivo, ácido y... si, cabroncete.

Sentado desde hace muchos años en la misma mesa de la taberna, en su rincón oscuro, ve la vida pasar tras sus gafas. Su barba blanca nos deja entrever que es un tipo sabio.

Hoy nos deja su reflexión sobre Moda.








Don Armando de Brevería - Moda

Me siento en la misma mesa de la taberna, en el rincón oscuro de siempre, y mientras acaricio mi barba observo a la gente a través de mis gafas, acompañado de mi amada frasca de vino.
Hoy en la tele de la taberna escuché una palabra varias veces, y que pensar me dio.
Separado estoy de la mayoría por este hecho, ya que ésto es lo que la mayoría no hace: pensar. Esa palabra era MODA.

Moda en la pasarela Cibeles, moda en el peinado de un joven llamado Cristiano, moda en el licor que se bebe después de comer... moda, moda, moda.

Moda: algo subjetivo que tal día a alguien se le ocurre y lo implanta como dogma de fe, alguien con influencia sobre la gente. Mecanismo regulador de elecciones.

Moda en la pasarela Cibeles, donde unas aves zancudas pasean escuálidamente unos horrendos vestidos, y la gente aplaude, porque es moda. Moda de un diseñador, que lleva las gafas al revés, le falta una manga en el jersey y lleva zancos en sus zapatos, porque es moda.


Mi señora esposa si que desfilaba bien su bata. Esta frasca va por ella.

Moda en la cabellera de un joven adinerado llamado Cristiano, que es capaz de llevar un peinado en el primer tiempo de su partido y otro tras el descanso. Seguro que su asesor tiene un tercer peinado, por si las prórrogas, y por si las modas.
Debajo de mi sombrero no hay peinados que valgan. Esta frasca va por él.

Moda en el licor digestivo de después de comer. ¿Donde quedó el pacharán, el licor de hierbas, o el licor del señor Manolo? Ahora beben Gin Tonic. Es la moda.
Es la moda echarle pepino, bolsas de te, granos de café, nitrógeno líquido, una cinta de Perales... Moda.

Necesito alguna vianda con la que acompañar mi frasca... ¡¡¡Mesonero!!!
Noto que me hierve la sangre, y hago uso de mi frasca de vino para aplacar tal incendio.

Mi gran amiga la frasca de vino, según dice la gente está pasada de moda. ¿Y qué? Me da compañía.

Mi toledana parece pasada de moda, hasta que la alineo en el cuello de algún gaznápiro modernito, momento en el cuál desaparece su altivez y se le olvida la moda.
Mi atuendo está pasado de moda, hasta que un diseñador trasnochado no tenga ganas de pensar como engañar a la gente y diga que la moda son los años 20... Entonces yo estaré a la moda y os daré lecciones.

Lo que no está de moda es pensar. A la gente se le ha olvidado como se hace. Prefieren que alguien piense por ellos. Entonces lo leen en su móvil de moda, y convertidos en borreguitos siguen al pastor.
Nunca he seguido el rebaño, porque ni el pastor ni el amo eran gente de fiar.
¿Oveja negra? No lo se, pero cuanto más pasan los años más me alejo del rebaño porque no se donde van.

Ponme otra frasca de vino, que igual pienso un rato.

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